Wednesday, May 18, 2011

Yacht Club de Oscar Niemeyer modernismo tropical




Obra: Yacht club
Arquitecto: Oscar Niemeyer 
UbicaciónPampulha, Belo Horizonte, Brasil
Año: 1940 -1942

El edificio Yacht club es un prisma alargado de poca altura, que se entiende como un edificio horizontal, que intenta fundirse en el horizonte de Pampulha y lanzarse al agua como si fuera un barco mas. El lenguaje que utiliza Niemeyer es claramente moderno, valiéndose de las últimas técnicas y materiales, como el vidrio, el hormigón y el Brise-soleil. Sin embargo, el arquitecto combina elegantemente estas innovaciones con la tradición más arraigada en Brasil. Niemeyer investiga un estilo en el que analiza qué elementos tradicionales podrían quedar en su revolucionaria arquitectura, sin caer en formas y procedimientos antiguos, como dijo el mismo Niemeyer:
‘’“Volver al pasado, insistir en aquella arquitectura fuera de tiempo, constituiría para un arquitecto prueba de una timidez lamentable” ‘’
Estas investigaciones de Niemeyer fueron también influenciadas por el gran maestro moderno Le Corbusier y lo que este estaba haciendo en sus últimas visitas en América . Ambos tomaron caminos más vernaculares, una intención de hacer una arquitectura atemporal.

En un rápido análisis la cubierta en forma de “V” del Yatch Club puede verse como algo formal y hasta caprichoso. Aunque claramente se distancia de las planas cubiertas del movimiento moderno, Niemeyer se vale de un sentido más profundo que la forma en sí misma. La inclinación responde a una distribución interior, no sólo para darle una máxima altura donde se necesita sino también para romper con la monotonía de un edificio largo y bajo.
En cuanto a la diferenciación de usos, la parte izquierda es el gran salón y la parte de la derecha es el restaurante, tamizados y enlazados a la vez por una concha acústica que inicia el restaurante y da continuidad a la cubierta inclinada, en una intención de unir el plano vertical con el “horizontal” del techo.
En otro enfoque, la cubierta también actúa como “encañonador” de las vistas y en un sentido más psicológico definen en cierta manera la apertura del espacio, y la intención buscar la relación con el exterior.
Otra cosa muy particular es la independencia total de la planta alta y baja. Esto lo podemos ver claramente en que prácticamente ninguna pared es continua en las dos plantas, siempre genera un retranqueo, una sombra en alguna de las dos plantas.
Influenciado por los 5 puntos de Le Corbusier, Niemeyer introduce los pilotis y la planta libre como estructura, idea e interpretación formal.
La planta baja es un espacio diáfano y abierto que integra 2 volúmenes de recepción y vestuarios, de manera bastante residual. Los muros son independientes de la estructura y formando volúmenes estereotómicos con espacios vacíos donde se generan los pasos, las vistas, es decir las conexiones entre el este y el oeste.
En cambio la planta alta tiene una fachada de vidrios modulados de manera más convencional. Parcialmente tectónica, los cerramientos en la planta alta tienen juegos formales entre vidrios, brise-soleils muros y terrazas, como relata Hitchcock:
‘’“Los Brise-soleils resaltan mucho el interés tridimensional de las grandes fachadas, sustituyendo el efecto de planos lisos característicos de los años 20”’’.
En cuanto a las comunicaciones verticales, como la rampa y la escalera de caracol de servicio, las deja vistas en fachada y las utiliza como un elemento compositivo además de funcional.

Espacios
El espacio interior es principalmente diáfano en la zona del restaurante y el gran salón. La planta es libre, sólo tiene pocos tabiques informales que actúan como umbrales más que como divisiones.
Estos tabiques son llamativos y tienen cierto interés artístico. En el hall el visitante se topa con un mural del paisajista moderno Brasilero Burle Marx. En la parte posterior al estar, otro mural coge protagonismo. Se trata de un mural de Portinari que representa escenas deportivas y ocio, en un lenguaje claramente cubista. El pequeño escenario funciona de concha acústica y también de separador entre el ambiente de recepción y el restaurante asomado a la terraza y al lago.
Esta concha acústica da una doble circulación gracias a su ubicación central, y refuerza el proyecto en todas sus escalas, tanto a nivel interior como en cuanto al emplazamiento.
“La dispersión centrífuga del terreno corresponde a un circuito perimetral entrecruzado por diagonales, y establecido a través de la centralidad de la escalera y la concha acústica (…), y así como a través de la colocación de puertas en los cantos de la fachada vidriada”.
En el sector oeste se ubica una zona de servicios y la cocina del restaurante. Este sector está muy compartimentado y sensiblemente cerrado al exterior, a diferencia de la diáfana y transparente nave central.
En el lado oeste, entre los Brise-soleils y el cerramiento vidriado genera un espacio intermedio que se puede visitar, donde disfrutar de la sombra y el paso de la brisa a través de la protección solar.

Elementos Modernistas
  • Brise-solei
  • Rampa
  • Escalera Caracol








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